martes, 23 de agosto de 2011

Ganadores del Concurso

¡Muchas felicidades a todos los concursantes! La verdad es que me encantó ver y leer todos sus trabajos, todos son muy buenos. Algunos estuvieron muy reñidos pero al final tuve que elegir los ganadores que a continuación anuncio:


Categoría ~ ESCRITORES

 Primer Lugar

Una gran historia con una redacción y gramática impecables.

Título: El capítulo 5 del libro de mis desgracias
Autor:
TAOH no YAOI (Haru-chan y Aka-chan)
Géneros: Fantasía, Drama
Contacto: www.TAOHnoYAOI.blogspot.com
Personajes: Originales
Comentarios: Es importante leer el anexo para comprender algunos puntos importantes del fic.


Capítulo 5: Las bellas expresiones de tu rostro.

…y fue en ese preciso instante en el que me di cuenta de que me había enamorado de él. Ryosuke había entrado definitivamente en mi vida…

Después de eso, no podía quedarme sin hacer nada. Quería conseguir sea como sea que se fijara en mí. Pero era tan difícil…

Tiempo después de esa noche de lluvia en la que fui consciente de mis propios sentimientos, me informaron de que estaba prometido. Su familia le iba a casar con una mujer con un alto status social. No sabía si un simple muchacho, que ayudaba en un humilde negocio familiar como una floristería, podría competir con eso.

Cuando ya había perdido toda esperanza de conseguirlo, fue él el que acabó viniendo a mí. No sé porqué lo hizo y realmente no me importa. Fue la oportunidad que estaba esperando.

La maravillosa tarde que pasamos caminando por los alrededores de las grandes oficinas que pertenecían a su familia, fue efímera. Había estado notando durante todo el tiempo su nerviosismo y fueron obvias sus intenciones, así que no le di oportunidad alguna de declararse. Me adelanté a él.

La noche estaba ya entrada y no quedaba rastro de luz solar. Me abalancé ante él lentamente y con un sencillo “por favor, déjame besarte” comenzó nuestra relación.

Lamentablemente, su matrimonio concertado no era nuestro único problema. Mi familia veía muy mal las relaciones homosexuales y, lo peor de todo, le estaba matando. A cada momento que pasaba a mi lado, su energía vital se transfería a mí.

Sí, lo soy. Soy un vampiro psíquico.

Sé que creeréis que os estoy engañando, pero es cierto. No somos como nos pintan y somos tan reales como cualquier persona. Absorbemos la energía que a nosotros nos falta de las personas que nos rodean, pero no se trata de algo consciente, eso es lo peor de todo. Normalmente no supone un problema, simplemente se fatigan y nada más, pero en este caso es distinto. Ryosuke sufre de esclerosis múltiple*… Si lo hubiese sabido a tiempo, tal vez nada de esto no hubiera sucedido.

La forma en la que lo averigüé fue la peor posible.

Era una fría noche de domingo. Había sido un día perfecto y lo que quedaba prometía serlo aun más.

Pasamos paseando por la puerta de un hotel. Se produjo el silencio y nuestras miradas se cruzaron, incómodas. Ambos pensábamos lo mismo, pero ninguno se atrevía a decir nada. Hasta que finalmente él dio el primer paso, aunque tímido, contundente.

Empujó suavemente mi hombro como si lo hiciese sin querer, pero lo entendí perfectamente. Cogidos de la mano, nos dirigimos a recepción para coger una habitación.

Subimos entre besos furtivos, miradas indiscretas y caricias lascivas en el ascensor. La pasión se hacía más fuerte en nuestro entorno a cada momento. Nuestros cuerpos se buscaban desesperadamente el uno al otro.

Llegamos hasta la habitación y nos lanzamos a la cama dando un fuerte portazo. No queríamos que nadie más fuera testigo de nuestro encuentro. 

Comencé a desvestirle con suma delicadeza, como ya era costumbre, notando como su pecho subía y bajaba más rápido de lo que lo hacía normalmente en esa situación, pero no le di importancia. Después de darle innumerables besos rodeando su ombligo y agarrando sus caderas, subí la vista para observar su mirada, la que yo creía que iba a ser ardiente. Cuál fue mi sorpresa cuando me encontré a esta perdida en algún punto del techo.

Pensé que era extraño, pero no sabía hasta qué punto. Me acerque hasta tener su rostro a la altura del mío, pero él seguía sin mirarme.

Coloqué ambas manos en sus mejillas y le pregunte que le pasaba. Parecía que iba a hablar, pero apenas articulaba silabas sin sentido y un hilo de saliva empezó a resbalar por la comisura de sus finos labios.

De pronto, comenzó a tener espasmos.

No me había asustado tanto en toda mi vida.

No sabía cómo reaccionar. Le cogí en brazos, tal como estábamos, y lo llevé corriendo al hospital más cercano que había. En ese momento la coherencia había abandonado mi mente. Ahora sé que habría sido mucho mejor llamar a una ambulancia o pedir un taxi, pero no lo hice, simplemente corrí hasta que llegamos.

Las siguientes horas que paso en observación transcurrieron como las más largas de mi vida. No podía hacer otra cosa que no fuera pensar en lo que podría haber ocurrido y si el que yo fuera diferente lo había causado.

En ese tiempo llegué a una conclusión que pensaba cumplir; debía separarme de él definitivamente, por su propio bien.

No esperé a que los diagnósticos llegaran, ya sabía que yo era el culpable…y me fui…No podía soportar verlo una vez más, no tenía el valor suficiente para hacerlo y después dejarlo marchar…

¿Fue miedo a hacerle daño o simple cobardía? Tal vez ambos.

Estuve huyendo de sus llamadas durante mucho tiempo. Sabía que si me volvía a comunicar con él sería tan cobarde y egoísta como para retenerlo a mi lado a toda costa. Esos días que pasé sin él fueron los peores de mi vida.

Apenas comía ni dormía. No podía hacer otra cosa que no fuera pensar en él, en su pelo castaño y enormes ojos negros brillantes sonriéndome. Cada vez que lo hacía, lloraba. No podía evitarlo, los recuerdos de las bellas expresiones de su rostro llenaban mi mente y se deshacían de cualquier otra idea. Y pensar que nunca más volvería a verlo, hacía que todo lo que había podido ser mi vida antes de conocerle y después de abandonarle, careciera de sentido.

Me pasaba días y días llorando, manchando una y otra vez mis gafas, dejando que mi pelo oscuro y mi barba creciesen. Sin salir de casa. Sin comunicarme con nadie.

Una mañana después de incontables días encerrado en mi habitación me dieron la peor noticia que podría haber en ese momento; mi padre había muerto.

Me he dado cuento de que en todo lo que llevo escrito de libro no os he hablado de él, incluso siendo una de las personas más importantes de mi vida.

Mi padre me lo enseñó todo. Me apoyó y guió, incluso aceptó mi relación con Ryosuke. Hizo de mí la persona que soy ahora. Todo lo que soy…sin pedir nada a
cambio…

Saber de su muerte era poco más que una catástrofe para mí.

¿Qué iba a hacer a partir de ahora? ¿A quién le iba a pedir consejo a partir de ese momento? ¿Quién iba a ayudarme y entenderme tan solo como estaba yo ahora?

Su funeral fue después de dos días, en los cuales me adecenté para este.

Cuando llegó el momento, había derramado tantas lágrimas por Ryosuke que no quedaban para él. Me sentí la peor persona del mundo, me odiaba a mí mismo más de lo que lo podría hacer cualquier otro ser de este mundo. El dolor se acumulaba en mi pecho. No podía descargarlo de ningún modo. Estaba a punto de explotar.

Poco a poco, los asistentes al evento lo fueron abandonando, volviendo con sus familias principales o con el resto de sus amigos, olvidando por completo que el cadáver de mi padre aun estaba caliente.

Me quedé a solas con mi madre. Se acercó a mí y no me hizo falta decirle nada para que me dejase a solas con su tumba, de nuevo a solas con mi padre, pero no de la misma forma. Todo estaba acabado, todo a mi alrededor estaba negro.

Cuando llegó él. De nuevo, lo peor que podía haberme ocurrido en ese instante. Ryosuke apareció.

Se le veía un aspecto no muy saludable. Estaba bastante pálido y casi en los huesos. Tenía ojeras marcadas, pero sonreía. Me sonreía.

No era el momento ni él lugar, pero verlo ahí, aunque fuese en ese estado, con un ramo entre sus brazos, me pareció una de las escenas más bellas que podía llegar a ver alguien.

Era un ramo de Narcisos blancos y amarillos, no era para nada la clase de flores que se suelen regalar en los funerales, pero sabía que no las había elegido porque sí.

Adoro las flores y como trabajo en una floristería aprendí el lenguaje de las flores. Solía enseñárselo a Ryo los días que pasaba las horas muertas conmigo en la tienda y parece que aprendió bien.

“Quiero verte” me decía sin articular ni una sola palabra. Eso fue demasiado para mí.

No pude soportarlo más. No pude aguantar mis ganas e hice la cobardía de correr hacia él y abrazarle. No quería volver a soltarlo. Jamás me volvería a separar deél.

Esperé palabras de reproche, que me apartara e insultara, pero como era de esperar no lo hizo, él no era así.

Acarició con suavidad mi espalda.

Eso era todo lo que podía pedir. Tampoco merecía mucho más.

Nuestra relación continuó como si no hubiese ocurrido nada, como si esos meses que pasaron nuca hubiesen existido. Por un lado lo agradecía, por otro, deseaba recordar el dolor de estar a punto de perderlo para poder recoger el suficiente valor para alejarme de él definitivamente, pero nunca lo hacía. Cuando tenía suficiente recogido, Ryo me atacaba con su suave sonrisa y me dejaba desarmado. No se podía amar más a nadie como yo lo hacía.

Cuando pensaba que nada más podía ocurrirme, sucedió el desastre.

Una noche, cuando su gran casa había quedado vacía, nos dormimos abrazados en su cama. No había pasado nada entre nosotros desde ese momento, temía que volviera a ocurrirle lo mismo. Si algo así volviese a suceder, nunca me lo perdonaría.

A la mañana siguiente, nos despertó el potente grito de una mujer. Aiko, la prometida de Ryo, había ido esa mañana a visitarle y había utilizado la copia de las llaves que le habían dado sus padres. Nada podía ir peor o, al menos, eso creía.

No dejaba de berrear cosas sin sentido, muy ofendida, mientras mi amante contraía su rostro sin articular palabra alguna.

No sabía qué hacer, y seguramente no debí, pero lo abrace protectoramente, haciendo que escondiera su rostro en mi pecho para que dejara de mirarla y auto atormentarse, mientras le decía, decidido, que él era solo mío, y por nada del mundo iba a entregárselo.

Los exagerados llantos de la mujer cesaron en cuanto salió de la casa. Habíamos sido descubiertos y no había vuelta atrás. Lo único que podíamos hacer, era disfrutar de la calma que precedía a la tormenta.

Aunque a mí desde el principio me pareció una mala idea, Ryosuke y yo nos fuimos a unas aguas termales las dos semanas que sus padres pasarían en Londres, para poder estar solos y sin interrupciones. Ambos sabíamos que nuestra relación no duraría mucho tiempo más, pero, como siempre, no dijimos nada al respecto. Nos limitamos a nosotros mismos a disfrutar de nuestra estancia, o, mejor dicho, de nuestra despedida.

Muchas cosas estaban acumulándose en el rincón de los recuerdos para olvidar de mi mente, pero no se podían desechar. Mi realidad giraba en torno a ellos y yo estaba obsesionado con vivir en una burbuja apartada del mundo real. Una burbuja en la que únicamente existíamos los dos. Esa burbuja estaba a punto de explotar.

Estaba comenzando a mezclar los sueños con la realidad, ya no sabía lo que podía ocurrir.

Las pesadillas llenaban mi mente por la noche y no me dejaban descansar, pretendían encerrarme en su mundo. Mejor dicho, pretendían traerme de vuelta al mundo real.

Estas eran de todo tipo, pasaban de engullir a mi padre como a mi amado. Recuerdo una en especial. La pesadilla que me hizo darme cuenta de la realidad.

Estaba en mi cama, durmiendo plácidamente cuando despierto por el sonido del viento que golpeaba suavemente contra la ventana. Busqué automáticamente a alguien a mi lado, pero al extender mi brazo, lo único que pude encontrar fueron las sábanas deshechas.

Me levanté para buscarle y sin saber porque yo sabía que estaba fuera de la casa y abrí la puerta. Frente a mí se extendía un inmenso prado, repleto de vida.

Quedé embelesado, incluso maravillado, pero a menudo las imágenes hermosas son traicioneras, puesto que, aunque en general fuese precioso, aquello que más importancia tenía, contenía la amargura de mis sentimientos.

El escenario fue quebrado por la aparición de Ryosuke, quien irrumpió de repente como solo puede ocurrir en los sueños. No era Ryo el causante de la desaparición de tal belleza, si no sus actos. Se encontraba recogiendo algunas de las miles de flores, escogiéndolas cuidadosamente, mientras de sus ojos nacían innumerables gotas de sangre. Con una pequeña hoz, las cortaba brutalmente.

No pude más que horrorizarme ante tan lúgubre visión, pues cuán grande debía ser su dolor para cometer tales actos ¿Era yo el causante?

No podía permitir que continuara, así que corrí hasta él, pero antes de poder alcanzarle, se desplomó en el suelo.

Atemorizado a la par que horrorizado, llegué a él. No pude contener las lágrimas cuando, al darle la vuelta para poder socorrerle, vi qué flores se encontraban en su cesta.

Ajenjo blanco, Adonis, Damasquina, Eléboro, Geniana, Ranúnculo, Ortigas....*

Todas esas flores estaban en ella, todas expresaban sus sentimientos y pensamientos. Esa era la realidad, algo que no podía ser cambiado.

A la mañana siguiente hablé con él durante mucho tiempo, sacando todos los temas que habían sido tabú hasta el momento, rogándole que me pusiese las cosas fáciles para poder alejarme y dejarle seguir sin más problemas de los que ya tenía.Pero se negaba.

Ambos sabíamos que todo se terminaría en cuando sus padres regresasen del viaje de negocios, cosa que me hacía estar más tranquilo. Sabía que no debía volver a hacer la cobardía de quedarme con él. Jamás volveríamos a vernos y él continuaría la vida de riquezas que tenía por delante.

Aunque, lamentablemente, no fue así. El destino es cruel.

Fin del “Capítulo 5; Las bellas expresiones de tu rostro”.

En una silenciosa sala de hospital, solo quebrada por los a veces leves quejidos de los pacientes y algún que otro murmullo de las enfermera, Shioji esperaba impaciente, sumido en sus más profundos pensamientos.

Esta vez estaba seguro de que no iba a huir, ya había sido suficiente, fuera una decisión cobarde o egoísta, no abandonaría a Ryosuke aunque eso supusiera su muerte.

En la inmensidad de esa habitación pudo sentir su sangre congelarse ante los pasos rítmicos que se aproximaban hacia él. Era el médico quien lo miraba por encima de sus gafas con ese aire de indiferencia que solo un insensible o alguien de su profesión podían tener en esa situación. En sus manos sostenía una carpeta con que contenía los resultados de las diferentes pruebas realizadas a Ryosuke.

No hizo falta palabras. Antes siquiera de que pudiera hablar Shioji estiro sus brazos, mirándolo con desesperación. No aguantaba más, quería ver con sus propios ojos que era lo que le había estado pasando a la persona que más quería en este mundo.

El hombre comprendió y sin más le entregó el informe.

Sus manos temblaron mientras abría la carpeta, puedes estar muy seguro de hacer algo, pero a la hora de la verdad resulta no ser tan simple. Finalmente los papeles estaban ante sus ojos. Los leyó con sumo cuidado.

Había párrafos enteros con términos médicos que ni siquiera lograba entender, pero no desistió y siguió con su empeño.

Entre palabras confusas su mirada comenzó a hacerse borrosa, sus ojos amenazaban con descargar todo aquello que habían estado conteniendo esas últimas horas cuando al final de la página puedo ver que Ryosuke padecía de esclerosis múltiple, sus neuronas estaban perdiendo sus funciones y se estaba degenerando a un ritmo suicida.

Normalmente un enfermo con sus mismas características tardaría todavía unos veinte años más en morir, pero por alguna razón, que Shioji sabía la perfección, el proceso se estaba acelerando.

۩۝۩

“Y así fue como, pocas semanas después, Ryosuke encontró su tumba, junto a su amado Shioji quien, al no soportar la carga de haber provocado su muerte, decidió alejarse de la civilización, comprando una casa en el monte.

Sus días transcurrieron lentamente en la soledad, recordando cada uno de los momentos, buenos y malos, que había pasado con él, viendo cómo a su alrededor los animales y las plantas acababan muriendo y cómo, su falta de vitalidad, consumía su entorno.

Murió con 46 años, suicidándose, y sus crónicas fueron encontradas años después, aun sin terminar, cuando su familia se dispuso a vender el inmueble.

La historia de Takano Shioji fue publicada con el 100 aniversario de su muerte, tal y como fue hallada, y se convirtió en uno de los mayores best sellers que la historia nunca ha conocido.

Ahora, sus restos descansan en un pequeño santuario cercano a su última vivienda, junto a los de la persona con la que habría pasado toda su vida si las circunstancias de su nacimiento hubiesen sido distintas.

Yo, un vampiro psíquico y un gran admirador de este hombre, puedo sentirme orgulloso de estar junto a la tumba de este gran hombre que luchó contra el destino tanto como pudo y me guió con sus pensamientos hasta permitirme encontrar mi camino en la vida.

Gracias, Takano-sama, habría sido un auténtico honor conocerle.”

Despidiéndose con una rosa blanca, un joven y apuesto muchacho comenzó a caminar, seguro de sí mismo y dispuesto a escribir su propia historia en la que no perdería al hombre al que amaba. No estaba dispuesto a permitir, que las palabras de quien había tomado por consejero fuesen inútiles.

Esta vez, él lucharía contra la mala vida que le había sido destinada.



Esclerosis múltiple
Es una enfermedad degenerativa en la que las células del cuerpo van perdiendo sus funciones.

Actualmente se desconocen las causas que la producen aunque se sabe a ciencia cierta que hay diversos mecanismos autoinmunes involucrados.

Por el momento se considera que no tiene cura aunque existe medicación eficaz y la investigación sobre sus causas es un campo activo de investigación. Las causas exactas son desconocidas. Puede presentar una serie de síntomas que aparecen en brotes o que progresan lentamente a lo largo del tiempo.

Se distinguen varios subtipos de esclerosis múltiple y muchos afectados presentan formas diferentes de la enfermedad con el paso del tiempo.

A causa de sus efectos sobre el sistema nervioso central, puede tener como consecuencia una movilidad reducida e invalidez en los casos más severos. Quince años tras la aparición de los primeros síntomas, si no es tratada, al menos 50% de los pacientes conservan un elevado grado de movilidad. Menos del 10% de los enfermos mueren a causa de las consecuencias de la esclerosis múltiple o de sus complicaciones.

Los síntomas más comunes son:

‐ Fatiga
‐ Pérdida de masa muscular
‐ Debilidad muscular
‐ Descoordinación en los movimientos
‐ Problemas para tragar
‐ Problemas para hablar
‐ Problemas para respirar que generan insuficiencia respiratoria
‐ Rigidez muscular
‐ Espasmos
‐ Calambres
‐ Pequeñas pero generalizadas vibraciones musculares
‐ Problemas de visión
‐ Problemas cognitivos: dificultad de realizar tareas simultáneas, de seguir instrucciones detalladas, pérdida de memoria a corto plazo, depresión…

Significado de las flores:

‐ Ajenjo blanco: Muestra amargura. “Me causas una gran pena”
‐ Adonis: Pena de amor. “Mi corazón está herido”
‐ Damasquina: Tristeza.
‐ Eléboro: Falta de espíritu.
‐ Gentiana: Dolor, huída. “Me haces sufrir, necesito dejarlo”
‐ Ranúnculo: Reproche. “Me has decepcionado”
‐ Ortigas: Crudeza. “No soporto tu maldad”
‐ Narciso: Simbolizan egoísmo. “Solo piensas en ti”, pero sin embargo también
pueden expresar añoranza. “Quiero verte”



 Segundo Lugar

Romantica historia que te incita a seguir leyendola hasta el final

Título: (Sorpresa Inesperada)
Autor(a): (KAORY)
Genero: ( Drama, Romance, Yaoi)
Contacto: (Kaory8yaoi@hotmail.com)
Personajes: (Santiago & Ismael "Original")
Comentarios: (Este es el primer fic que escribo sin sexo explicito ya que para mi gusto la extension era muy corta, pero solo por que estoy acostumbrada a escribir mis propias novelas las cuales son largas, por lo que ha sido para mi un reto hacer una historia con un numero máximo de páginas, me siento feliz de haberlo logrado, la calidad la tendreis que juzgar vosotras, pero yo me siento bien con lo escrito y por haber participado, es mi primera vez participando en un concurso, como muchos supongo, así que estaré con la emocion a flor de piel hasta el día que se anuncien los resultados, iba a decir ganadores, pero no, todos somos ganadores solo con haber participado)
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Capítulo 5: Las bellas expresiones de tu rostro.

…y fue en ese preciso instante en el que me di cuenta de que me había enamorado de él. Ryosuke había entrado definitivamente en mi vida…

Después de eso, no podía quedarme sin hacer nada. Quería conseguir sea como sea que se fijara en mí. Pero era tan difícil…

Tiempo después de esa noche de lluvia en la que fui consciente de mis propios sentimientos, me informaron de que estaba prometido. Su familia le iba a casar con una mujer con un alto status social. No sabía si un simple muchacho, que ayudaba en un humilde negocio familiar como una floristería, podría competir con eso.

Cuando ya había perdido toda esperanza de conseguirlo, fue él el que acabó viniendo a mí. No sé porqué lo hizo y realmente no me importa. Fue la oportunidad que estaba esperando.

La maravillosa tarde que pasamos caminando por los alrededores de las grandes oficinas que pertenecían a su familia, fue efímera. Había estado notando durante todo el tiempo su nerviosismo y fueron obvias sus intenciones, así que no le di oportunidad alguna de declararse. Me adelanté a él.

La noche estaba ya entrada y no quedaba rastro de luz solar. Me abalancé ante él lentamente y con un sencillo “por favor, déjame besarte” comenzó nuestra relación.

Lamentablemente, su matrimonio concertado no era nuestro único problema. Mi familia veía muy mal las relaciones homosexuales y, lo peor de todo, le estaba matando. A cada momento que pasaba a mi lado, su energía vital se transfería a mí.

Sí, lo soy. Soy un vampiro psíquico.

Sé que creeréis que os estoy engañando, pero es cierto. No somos como nos pintan y somos tan reales como cualquier persona. Absorbemos la energía que a nosotros nos falta de las personas que nos rodean, pero no se trata de algo consciente, eso es lo peor de todo. Normalmente no supone un problema, simplemente se fatigan y nada más, pero en este caso es distinto. Ryosuke sufre de esclerosis múltiple*… Si lo hubiese sabido a tiempo, tal vez nada de esto no hubiera sucedido.

La forma en la que lo averigüé fue la peor posible.

Era una fría noche de domingo. Había sido un día perfecto y lo que quedaba prometía serlo aun más.

Pasamos paseando por la puerta de un hotel. Se produjo el silencio y nuestras miradas se cruzaron, incómodas. Ambos pensábamos lo mismo, pero ninguno se atrevía a decir nada. Hasta que finalmente él dio el primer paso, aunque tímido, contundente.

Empujó suavemente mi hombro como si lo hiciese sin querer, pero lo entendí perfectamente. Cogidos de la mano, nos dirigimos a recepción para coger una habitación.

Subimos entre besos furtivos, miradas indiscretas y caricias lascivas en el ascensor. La pasión se hacía más fuerte en nuestro entorno a cada momento. Nuestros cuerpos se buscaban desesperadamente el uno al otro.

Llegamos hasta la habitación y nos lanzamos a la cama dando un fuerte portazo. No queríamos que nadie más fuera testigo de nuestro encuentro. 

Comencé a desvestirle con suma delicadeza, como ya era costumbre, notando como su pecho subía y bajaba más rápido de lo que lo hacía normalmente en esa situación, pero no le di importancia. Después de darle innumerables besos rodeando su ombligo y agarrando sus caderas, subí la vista para observar su mirada, la que yo creía que iba a ser ardiente. Cuál fue mi sorpresa cuando me encontré a esta perdida en algún punto del techo.

Pensé que era extraño, pero no sabía hasta qué punto. Me acerque hasta tener su rostro a la altura del mío, pero él seguía sin mirarme.

Coloqué ambas manos en sus mejillas y le pregunte que le pasaba. Parecía que iba a hablar, pero apenas articulaba silabas sin sentido y un hilo de saliva empezó a resbalar por la comisura de sus finos labios.

De pronto, comenzó a tener espasmos.

No me había asustado tanto en toda mi vida.

No sabía cómo reaccionar. Le cogí en brazos, tal como estábamos, y lo llevé corriendo al hospital más cercano que había. En ese momento la coherencia había abandonado mi mente. Ahora sé que habría sido mucho mejor llamar a una ambulancia o pedir un taxi, pero no lo hice, simplemente corrí hasta que llegamos.

Las siguientes horas que paso en observación transcurrieron como las más largas de mi vida. No podía hacer otra cosa que no fuera pensar en lo que podría haber ocurrido y si el que yo fuera diferente lo había causado.

En ese tiempo llegué a una conclusión que pensaba cumplir; debía separarme de él definitivamente, por su propio bien.

No esperé a que los diagnósticos llegaran, ya sabía que yo era el culpable…y me fui…No podía soportar verlo una vez más, no tenía el valor suficiente para hacerlo y después dejarlo marchar…

¿Fue miedo a hacerle daño o simple cobardía? Tal vez ambos.

Estuve huyendo de sus llamadas durante mucho tiempo. Sabía que si me volvía a comunicar con él sería tan cobarde y egoísta como para retenerlo a mi lado a toda costa. Esos días que pasé sin él fueron los peores de mi vida.

Apenas comía ni dormía. No podía hacer otra cosa que no fuera pensar en él, en su pelo castaño y enormes ojos negros brillantes sonriéndome. Cada vez que lo hacía, lloraba. No podía evitarlo, los recuerdos de las bellas expresiones de su rostro llenaban mi mente y se deshacían de cualquier otra idea. Y pensar que nunca más volvería a verlo, hacía que todo lo que había podido ser mi vida antes de conocerle y después de abandonarle, careciera de sentido.

Me pasaba días y días llorando, manchando una y otra vez mis gafas, dejando que mi pelo oscuro y mi barba creciesen. Sin salir de casa. Sin comunicarme con nadie.

Una mañana después de incontables días encerrado en mi habitación me dieron la peor noticia que podría haber en ese momento; mi padre había muerto.

Me he dado cuento de que en todo lo que llevo escrito de libro no os he hablado de él, incluso siendo una de las personas más importantes de mi vida.

Mi padre me lo enseñó todo. Me apoyó y guió, incluso aceptó mi relación con Ryosuke. Hizo de mí la persona que soy ahora. Todo lo que soy…sin pedir nada a
cambio…

Saber de su muerte era poco más que una catástrofe para mí.

¿Qué iba a hacer a partir de ahora? ¿A quién le iba a pedir consejo a partir de ese momento? ¿Quién iba a ayudarme y entenderme tan solo como estaba yo ahora?

Su funeral fue después de dos días, en los cuales me adecenté para este.

Cuando llegó el momento, había derramado tantas lágrimas por Ryosuke que no quedaban para él. Me sentí la peor persona del mundo, me odiaba a mí mismo más de lo que lo podría hacer cualquier otro ser de este mundo. El dolor se acumulaba en mi pecho. No podía descargarlo de ningún modo. Estaba a punto de explotar.

Poco a poco, los asistentes al evento lo fueron abandonando, volviendo con sus familias principales o con el resto de sus amigos, olvidando por completo que el cadáver de mi padre aun estaba caliente.

Me quedé a solas con mi madre. Se acercó a mí y no me hizo falta decirle nada para que me dejase a solas con su tumba, de nuevo a solas con mi padre, pero no de la misma forma. Todo estaba acabado, todo a mi alrededor estaba negro.

Cuando llegó él. De nuevo, lo peor que podía haberme ocurrido en ese instante. Ryosuke apareció.

Se le veía un aspecto no muy saludable. Estaba bastante pálido y casi en los huesos. Tenía ojeras marcadas, pero sonreía. Me sonreía.

No era el momento ni él lugar, pero verlo ahí, aunque fuese en ese estado, con un ramo entre sus brazos, me pareció una de las escenas más bellas que podía llegar a ver alguien.

Era un ramo de Narcisos blancos y amarillos, no era para nada la clase de flores que se suelen regalar en los funerales, pero sabía que no las había elegido porque sí.

Adoro las flores y como trabajo en una floristería aprendí el lenguaje de las flores. Solía enseñárselo a Ryo los días que pasaba las horas muertas conmigo en la tienda y parece que aprendió bien.

“Quiero verte” me decía sin articular ni una sola palabra. Eso fue demasiado para mí.

No pude soportarlo más. No pude aguantar mis ganas e hice la cobardía de correr hacia él y abrazarle. No quería volver a soltarlo. Jamás me volvería a separar deél.

Esperé palabras de reproche, que me apartara e insultara, pero como era de esperar no lo hizo, él no era así.

Acarició con suavidad mi espalda.

Eso era todo lo que podía pedir. Tampoco merecía mucho más.

Nuestra relación continuó como si no hubiese ocurrido nada, como si esos meses que pasaron nuca hubiesen existido. Por un lado lo agradecía, por otro, deseaba recordar el dolor de estar a punto de perderlo para poder recoger el suficiente valor para alejarme de él definitivamente, pero nunca lo hacía. Cuando tenía suficiente recogido, Ryo me atacaba con su suave sonrisa y me dejaba desarmado. No se podía amar más a nadie como yo lo hacía.

Cuando pensaba que nada más podía ocurrirme, sucedió el desastre.

Una noche, cuando su gran casa había quedado vacía, nos dormimos abrazados en su cama. No había pasado nada entre nosotros desde ese momento, temía que volviera a ocurrirle lo mismo. Si algo así volviese a suceder, nunca me lo perdonaría.

A la mañana siguiente, nos despertó el potente grito de una mujer. Aiko, la prometida de Ryo, había ido esa mañana a visitarle y había utilizado la copia de las llaves que le habían dado sus padres. Nada podía ir peor o, al menos, eso creía.

No dejaba de berrear cosas sin sentido, muy ofendida, mientras mi amante contraía su rostro sin articular palabra alguna.

No sabía qué hacer, y seguramente no debí, pero lo abrace protectoramente, haciendo que escondiera su rostro en mi pecho para que dejara de mirarla y auto atormentarse, mientras le decía, decidido, que él era solo mío, y por nada del mundo iba a entregárselo.

Los exagerados llantos de la mujer cesaron en cuanto salió de la casa. Habíamos sido descubiertos y no había vuelta atrás. Lo único que podíamos hacer, era disfrutar de la calma que precedía a la tormenta.

Aunque a mí desde el principio me pareció una mala idea, Ryosuke y yo nos fuimos a unas aguas termales las dos semanas que sus padres pasarían en Londres, para poder estar solos y sin interrupciones. Ambos sabíamos que nuestra relación no duraría mucho tiempo más, pero, como siempre, no dijimos nada al respecto. Nos limitamos a nosotros mismos a disfrutar de nuestra estancia, o, mejor dicho, de nuestra despedida.

Muchas cosas estaban acumulándose en el rincón de los recuerdos para olvidar de mi mente, pero no se podían desechar. Mi realidad giraba en torno a ellos y yo estaba obsesionado con vivir en una burbuja apartada del mundo real. Una burbuja en la que únicamente existíamos los dos. Esa burbuja estaba a punto de explotar.

Estaba comenzando a mezclar los sueños con la realidad, ya no sabía lo que podía ocurrir.

Las pesadillas llenaban mi mente por la noche y no me dejaban descansar, pretendían encerrarme en su mundo. Mejor dicho, pretendían traerme de vuelta al mundo real.

Estas eran de todo tipo, pasaban de engullir a mi padre como a mi amado. Recuerdo una en especial. La pesadilla que me hizo darme cuenta de la realidad.

Estaba en mi cama, durmiendo plácidamente cuando despierto por el sonido del viento que golpeaba suavemente contra la ventana. Busqué automáticamente a alguien a mi lado, pero al extender mi brazo, lo único que pude encontrar fueron las sábanas deshechas.

Me levanté para buscarle y sin saber porque yo sabía que estaba fuera de la casa y abrí la puerta. Frente a mí se extendía un inmenso prado, repleto de vida.

Quedé embelesado, incluso maravillado, pero a menudo las imágenes hermosas son traicioneras, puesto que, aunque en general fuese precioso, aquello que más importancia tenía, contenía la amargura de mis sentimientos.

El escenario fue quebrado por la aparición de Ryosuke, quien irrumpió de repente como solo puede ocurrir en los sueños. No era Ryo el causante de la desaparición de tal belleza, si no sus actos. Se encontraba recogiendo algunas de las miles de flores, escogiéndolas cuidadosamente, mientras de sus ojos nacían innumerables gotas de sangre. Con una pequeña hoz, las cortaba brutalmente.

No pude más que horrorizarme ante tan lúgubre visión, pues cuán grande debía ser su dolor para cometer tales actos ¿Era yo el causante?

No podía permitir que continuara, así que corrí hasta él, pero antes de poder alcanzarle, se desplomó en el suelo.

Atemorizado a la par que horrorizado, llegué a él. No pude contener las lágrimas cuando, al darle la vuelta para poder socorrerle, vi qué flores se encontraban en su cesta.

Ajenjo blanco, Adonis, Damasquina, Eléboro, Geniana, Ranúnculo, Ortigas....*

Todas esas flores estaban en ella, todas expresaban sus sentimientos y pensamientos. Esa era la realidad, algo que no podía ser cambiado.

A la mañana siguiente hablé con él durante mucho tiempo, sacando todos los temas que habían sido tabú hasta el momento, rogándole que me pusiese las cosas fáciles para poder alejarme y dejarle seguir sin más problemas de los que ya tenía.Pero se negaba.

Ambos sabíamos que todo se terminaría en cuando sus padres regresasen del viaje de negocios, cosa que me hacía estar más tranquilo. Sabía que no debía volver a hacer la cobardía de quedarme con él. Jamás volveríamos a vernos y él continuaría la vida de riquezas que tenía por delante.

Aunque, lamentablemente, no fue así. El destino es cruel.

Fin del “Capítulo 5; Las bellas expresiones de tu rostro”.

En una silenciosa sala de hospital, solo quebrada por los a veces leves quejidos de los pacientes y algún que otro murmullo de las enfermera, Shioji esperaba impaciente, sumido en sus más profundos pensamientos.

Esta vez estaba seguro de que no iba a huir, ya había sido suficiente, fuera una decisión cobarde o egoísta, no abandonaría a Ryosuke aunque eso supusiera su muerte.

En la inmensidad de esa habitación pudo sentir su sangre congelarse ante los pasos rítmicos que se aproximaban hacia él. Era el médico quien lo miraba por encima de sus gafas con ese aire de indiferencia que solo un insensible o alguien de su profesión podían tener en esa situación. En sus manos sostenía una carpeta con que contenía los resultados de las diferentes pruebas realizadas a Ryosuke.

No hizo falta palabras. Antes siquiera de que pudiera hablar Shioji estiro sus brazos, mirándolo con desesperación. No aguantaba más, quería ver con sus propios ojos que era lo que le había estado pasando a la persona que más quería en este mundo.

El hombre comprendió y sin más le entregó el informe.

Sus manos temblaron mientras abría la carpeta, puedes estar muy seguro de hacer algo, pero a la hora de la verdad resulta no ser tan simple. Finalmente los papeles estaban ante sus ojos. Los leyó con sumo cuidado.

Había párrafos enteros con términos médicos que ni siquiera lograba entender, pero no desistió y siguió con su empeño.

Entre palabras confusas su mirada comenzó a hacerse borrosa, sus ojos amenazaban con descargar todo aquello que habían estado conteniendo esas últimas horas cuando al final de la página puedo ver que Ryosuke padecía de esclerosis múltiple, sus neuronas estaban perdiendo sus funciones y se estaba degenerando a un ritmo suicida.

Normalmente un enfermo con sus mismas características tardaría todavía unos veinte años más en morir, pero por alguna razón, que Shioji sabía la perfección, el proceso se estaba acelerando.

۩۝۩

“Y así fue como, pocas semanas después, Ryosuke encontró su tumba, junto a su amado Shioji quien, al no soportar la carga de haber provocado su muerte, decidió alejarse de la civilización, comprando una casa en el monte.

Sus días transcurrieron lentamente en la soledad, recordando cada uno de los momentos, buenos y malos, que había pasado con él, viendo cómo a su alrededor los animales y las plantas acababan muriendo y cómo, su falta de vitalidad, consumía su entorno.

Murió con 46 años, suicidándose, y sus crónicas fueron encontradas años después, aun sin terminar, cuando su familia se dispuso a vender el inmueble.

La historia de Takano Shioji fue publicada con el 100 aniversario de su muerte, tal y como fue hallada, y se convirtió en uno de los mayores best sellers que la historia nunca ha conocido.

Ahora, sus restos descansan en un pequeño santuario cercano a su última vivienda, junto a los de la persona con la que habría pasado toda su vida si las circunstancias de su nacimiento hubiesen sido distintas.

Yo, un vampiro psíquico y un gran admirador de este hombre, puedo sentirme orgulloso de estar junto a la tumba de este gran hombre que luchó contra el destino tanto como pudo y me guió con sus pensamientos hasta permitirme encontrar mi camino en la vida.

Gracias, Takano-sama, habría sido un auténtico honor conocerle.”

Despidiéndose con una rosa blanca, un joven y apuesto muchacho comenzó a caminar, seguro de sí mismo y dispuesto a escribir su propia historia en la que no perdería al hombre al que amaba. No estaba dispuesto a permitir, que las palabras de quien había tomado por consejero fuesen inútiles.

Esta vez, él lucharía contra la mala vida que le había sido destinada.



Recuerdo el día en el cumplí 15 años, nunca me habían importado las celebraciones de fechas señaladas, ni tan siquiera navidad, pero ese año fue especial, fue distinto al resto y por supuesto cambió el rumbo de mi vida para siempre. Continuamente he escuchado que a esa edad se es aún muy joven, que no se sabe con certeza lo que quieres… quizás sea cierto y doy gracias por ello, por haber tenido 15 años y haber sido un niño profundamente enamorado, pues no hay nada más hermoso para mí que el amor que se envuelve con la magia de la inocencia de un niño donde lo entregas todo sin esperar nada a cambio, donde te dejas llevar por tus emociones superando incluso el nerviosismo y la timidez de la primera vez, hasta el momento de la confesión, aun lo recuerdo, un día antes de mi cumpleaños, mi corazón latía acelerado, las manos me sudaban y tenía un nudo el estómago, pero aun así ya llevaba tiempo pensándolo, sabía que sería chocante y aunque me decía a mí mismo que estaba preparado para salir herido, en verdad no lo estaba, me aterraba ser rechazado

_Yo… desvié la mirada, no me resultaba fácil, era la primera vez que intercambiábamos palabras, de hecho era la primera vez que estábamos tan cerca, aunque mi vista siempre estaba fijada en la misma persona lo hacía de lejos, guardando distancia y en secreto mis sentimientos

_yo… estoy, dios cuesta mucho, pero mi persona amada empieza a impacientarse, veo en su cara confusión

_estoy enamorado de ti!, al fin lo dije, suspire aliviado, esas palabras que se atoraban en mi pecho al fin salieron y saque el valor para mirarlo nuevamente, recuerdo que casi lloro cuando me obligue a ello entre lo embarazoso y el miedo del momento, tenía los nervios a flor de piel

_estás loco?, no te burles de mi jodido idiota! Eso fue lo que me dijo, en realidad pensé que lo que vendría después serian insultos aún más grandes, pero se dio la vuelta y se marchó, el chico que siempre había admirado y amado en secreto seguía estando exactamente en el mismo lugar, fuera de mi alcance, me esforcé, me esforcé mucho y todo lo que conseguí fue ser tratado como un idiota y ser cruelmente rechazado por lo que ese día lloré y lloré hasta que no pude más, faltando incluso a clase, me lamente cada segundo por haber abierto mi boca, por haber sido sincero, maldije una y mil veces mi inexperiencia y le reproche en la soledad de mi habitación su fría actitud, dije cosas horribles, cosas que jamás le diría a la cara, eso lo sabía, pero necesitaba aliviar un poco mi corazón herido y la vergüenza que sentí al verlo marchar dejándome ahí parado sin volver la vista atrás en ningún momento.

Ese día había empezado como algo horrible, un día que quería olvidar para siempre, un día que muy a mi pesar me ha perseguido por resto de mi vida, al día siguiente en el instituto todo el mundo sabía que era gay, las chicas me miraban con una sonrisilla en sus labios mientras cuchicheaban y los chicos lo hacían con desagrado, como si fuera un bicho raro, empezaron a apartarme y a dejarme encantadoras pintadas en la puerta de la taquilla, “maricón” ,” chúpamela”… e incluso habían notas anónimas con deshonestas propuestas que podríamos hacer si me presentaba a la hora marcada en ese trozo de papel en los servicios masculinos… aun hoy me pregunto cómo fue que aguante esos años de humillación que me siguieron incluso desde el inicio de la universidad hasta el final, pude haber sacado la cara, pero supongo que toda mi fortaleza y valentía la gaste el día que me confesé y trunque mi vida dejándola reducida a ser el objeto de las burlas de todo aquel que se enteraba del espantoso ridículo de ese día, nunca se lo perdonaría, a cada insulto la cara de Santy venía a mi memoria, como pudo?, por qué lo hizo?, tristemente me preguntaba y me amargaba a mí mismo sin encontrar una respuesta salvo transformar ese inmenso amor de 15 años en el odio más profundo que podía existir, no me voy a volver a enamorar nunca, no creo en el amor me repetía intentando auto convencerme volviéndome un personaje aislado y gris, pero supongo que la vida a veces puede sorprenderte o simplemente sigue su curso como si todo hubiese sido escrito de antemano, aunque ya tenía 23 años y no era el mismo de ayer al menos no en apariencia física, pero claro, no solo yo había cambiado, con el paso de los años todos lo hacemos convirtiéndonos en mejores o peores personas, sencillamente es inevitable frenar el curso del tiempo sobre nuestro cuerpo, en mi caso no se puede decir que era de lo mejor que rondaba la universidad, pero tampoco era lo peor ya que en más de una ocasión alguna que otra chica me había dicho abiertamente el desperdicio que era que fuera gay, obviamente gay no fue la palabra que utilizaron, aunque siendo francos, ya no dolía tanto como cuando era niño, creo que poco a poco el veneno se fue saliendo de lo más profundo de mi ser incluso antes de que mi cerebro se diera cuenta, casi podría jurar que un buen día me levanté y no recordaba nada de aquel horrible suceso, no me sentía afligido ni avergonzado, ese muro contra el mundo parecía haberse desplomado gracias a la única persona que recorrió conmigo ese medio camino, Medina, el cual sacaba la cara por mi aun cuando yo la giraba intentando que no pudieran dañarme con sus absurdos comentarios en lo que me parecía un mundo injusto

_ Que haces aquí solo?

_Medina!, se me olvidó por completo

_ya, ya Isma tu siempre igual me respondió al que sin lugar a dudas podía llamar mi mejor amigo, en esta época siempre se enfurruñaba conmigo, le molestaba lo poco entusiasta y olvidadizo que era con según qué tipo de celebraciones, el parecía tener un interés espacial en celebrar todos y cada uno de mis cumpleaños desde que lo conocí, nunca hemos hecho grandes fiestas con un gran grupo de gente, solo hemos sido él y yo, pero pese a eso nunca me ha faltado mi tarta de cumpleaños, un gesto que veo un tanto infantil a estas alturas, pero parece feliz así que hago como que disfruto de ello cuando en realidad disfruto de ver como parece él el homenajeado con esa gran sonrisa que ilumina su cara al mismo tiempo que me grita incitándome a pedir un deseo y a soplar las velas, tras esto siempre viene un regalo con dos tarjetas, quizás no costoso, tal vez ilógico para mí, pero a él parece importante, así que sonrío y digo gracias a la vez que le miro observarme con una mirada nostálgica en su cara que inevitablemente me hace estremecer entero, quizás no sea el más guapo de los hombres, ni el más popular, ni tampoco el que más liga, pero para mí, mi mejor amigo es mi todo, es quien sano este corazón hecho trizas cerrando con su alegría cada una las cicatrices que no pudo borrar el tiempo ni el que cambiáramos de barrio

_bueno que haremos este año?

_ es una sorpresa contesto nervioso, en verdad me dieron ganas de reírme, se veía ridículo parado frente a mi temblando como un niño ante un juguete nuevo o un fan ante su ídolo

_ oye enserio… dime que has hecho este año, llevas semanas actuando raro y ya sabes que no soy de grandes festejos

_ tendrás que esperar a esta noche me respondió en tono más serio pasando del nerviosismo a lo inseguro

_oye estas bien?, va todo bien Medina... su actitud empezaba a inquietarme, siempre me había sentido algo extraño a su lado, mi corazón en ocasiones, cuando lo veía pensante o con una sonrisa inesperada sin querer se exaltaba, palpitando fuerte, como si doliera para segundos más tarde calmarse sin más dejando un enorme vacío

_esta noche por favor trae las 7 tarjetas d cumpleaños que te he dado a lo largo de estos 4 años…

_estás loco?, como piensas que guardaría eso por tantos años y aunque lo hubiera hecho, como voy a saber a dónde han ido a parar…

_jajaja, no me engañes, sé que las guardas, te conozco, además el año pasado vi donde estaban cuando fui a buscar un boli a tu escritorio

_fisgón!, no vas a ir nunca más a mi habitación

_quizás…

_perdón?

_nada solo llévalas contigo esta noche a mi casa, ok?, te mandaré un mensaje con mi nueva dirección tengo que irme… tras sus palabras me levante y cogí mis libros, la hora de descanso había terminado, yo tenía que volver a clases y Medina a su trabajo. Él había dejado de estudiar hacia un año, recuerdo que discutimos mucho en aquella ocasión, yo quería que siguiera estudiando, podía haber llegado tan lejos… pero él decía que quería independizarse, que necesitaba empezar a trabajar y conseguir una vivienda pronto, cosa que ha logrado y al parecer esta noche voy a conocer

_ coge las tarjetas y ven a la av/ Serrano nº 2, eso decía el mensaje, siempre he sido malo con las calles, por lo que le pedí a un taxi que me llevara hasta allí, estaba en la otra punta de la cuidad, entre el tráfico y los semáforos tarde una hora en llegar, hora en la que no pude evitar preguntarme en qué demonios había preparado al mismo tiempo que observaba la gente pasar cuando el semáforo se ponía en rojo, o tranquilamente sobre la cera, eran las diez, pero ya estaba oscuro fuera y solo las luces alumbraban la cuidad, francamente la encontré hermosa y sumergido en mis pensamientos llegue al lugar acordado sintiendo que el alma se me quedaba en el taxi, pues me encontraba de pie en mismo sitio del que hui hace 8 años, dude, quise darme media vuelta y marcharme, pero entonces su cara vino a mi memoria, él no tenía nada que ver con mi pasado y dejarlo tirado iba a ser una gran bofetada para él, así que haciendo un esfuerzo pague al taxista y me quede ahí de pie, parado ante una hermosa casa con jardín y una valla blanca que me hacían tener la sensación de que ya había estado antes en ese lugar, quizás lo estuve, vivía a unas cuantas manzanas de ahí cuando era niño, tal vez en alguna ocasión…

_puff!, ya lo recuerdo me dije bajito, me reí con ganas, cuando aún tenía amigos, en aquella época pasaba a muy a menudo por aquí, al principio fue por casualidad, luego lo hacía con la tonta idea de que algún día compraría esta casa y así se lo decía a mis amigos, veis esto?, algún día tendrá mi nombre soltaba aporreando el buzón de color verde situado en la entrada…

_que recuerdos…

_hablas solo?...

_que?

_joder!, me has asustado

_perdón por llegar tarde… entramos dijo Medina aun jadeante como si hubiera venido corriendo

_esta es tu casa??

_si, no quieres verla?

_por supuesto que sí, es preciosa, cuando era niño siempre decía que algún día seria para mí…

_puede serlo… si tú quieres al oír esto me detuve en la puerta, ni en mi sueños más salvaje me había planteado el volver a este lugar

_vamos entra

_si, perdona…

_la casa era casi exactamente como me la había imaginado, tras la puerta un amplio salón con una gran mesa y seis sillas junto a una pequeña ventana, ese era el comedor, frente a este estaba la sala de estar compuesta por dos sofás, uno de dos plazas y otro de una sola en color negro, en el centro una mesa al ras del suelo a juego con estos y en frente una gran pantalla de plasma, tras esta estaba la cocina, no era muy grande, pero tenía todo lo necesario y aun así podías moverte con soltura por ella, volviendo al salón subimos unas escaleras que daban a la planta de arriba donde se encontraban las habitaciones, habían tres puestas, la primera tenía una cama nido en colores verde y pistacho con un armario empotrado y dos mesitas a cada lado, la segunda era un baño totalmente equipado y la del fondo era sencillamente impresionante

_estás loco??, porque has hecho esto, no hacía falta… ni que estuvieras tratando de seducir a una mujer exclame muy sorprendido al ver sobre la inmensa cama de matrimonio perfectamente tendida con un edredón negro con bordes rojos dos hermosas rosas rojas junto a dos copas y al lado de estas una botella de un buen rioja…

_sabes que soy gay, podría mal interpretar esto…

_hazlo, mal interprétalo, porque hoy no trato de seducir a una mujer sino al hombre que he amado toda mi vida, en mi pasado, en mi presente y en mi futuro pase lo que pase, siempre..

_medina…yo… dios mío no sabía que decir, mi mejor amigo se me acababa de confesar?, no me lo podía creer y empecé a temblar como un idiota tanto por dentro como por fuera, pensaba que el amor estaba negado para alguien como yo, creía que estas situaciones solo podría verlas en las películas románticas a las que tanto me había aficionado

_no hace falta que digas nada… no aun… dame las tarjetas y ven… Medina me tomo por la mano y me guio hasta la cama donde saco las tarjetas de sus sobres y las coloco sobre esta en el orden en que me las había dado

_que ves en estas esquinas? Me pregunto señalándome con el dedo unas letras de las que ni me percaté en aquel momento

_una S grande y PER

_en la siguiente que ves Isma?

_una A grande y DO…

_y en las siguientes?

_N grande y NA

_T grande y ME,

_I grande y POR

_A grande Y FA

_G grande Y VOR y así le dije toda las letras que veía, una vez acabamos saco la tarjeta de ese año, donde se veía una O grande dos puntos y amor acto seguido las coloco una encima de la otra dejando asomar solo esas pequeñas letras que se unían formando una frase que inevitablemente me hizo llorar con desesperación lágrimas puras y frías que pensé que jamás se iban a detener

_que… que demonios significa esto?, que mierda es esta? pregunte alterado provocando que él intentara calmarme tocando mi rostro, pero me aparte, como se atrevía a burlarse de mí, tanto años construyendo una amistad basada en la confianza para que me traicionen una vez más, sentía ganas de vomitar de solo pensar que otra vez se habían reído de mi

_me voy, porque si me quedo no sé lo que soy capaz de hacerte

_yo…

_ya no soy ese estúpido niño al que todos insultaban y se quedaba callado aguantando el chaparrón grite sin dejarlo hablar, sin escuchar lo que tenía que decir

_puff! jajaja me reí irónicamente

_hasta eso lo aprendí de ti… darme cuenta de esto me dejo tan derrotado que simplemente no tenía ganas de pronunciar una palabras más, tan solo quería irme de ese maldito lugar y me di la vuelta dispuesto a terminar con todo

_no te vayas por favor, si te vas, si tú te vas y ni siquiera me escuchas todo lo que he hecho no habrá valido la pena…

_que has hecho que?, de que va esta mierda!? Volví a gritar girándome una vez más hacia él, no pude articular palabra, el también lloraba y verlo desecho aunque no entendía porque también me afectaba

_yo siento que todo lo que haga por ti no es suficiente, aquel día, hace 8 años, te me confesaste, para mi aquello fue un shock pero yo jamás lo conté, sé que no me creerás, pero yo…

_yo tenía sentimientos por ti desde hacía tiempo, también me iba a confesar…
_pero qué…

_Santiago Medina, así me llamo, en el colegio me llamaban Santy y en la universidad Medina, cuando te vi allí, pensé que era un sueño, mi corazón latía como loco y mi cuerpo parecía que se iba a derretir y entonces recordé ese incidente, me iba a marchar con la certeza de que tú me odiabas y yo no quería recordarte esa época cuando parecías estar bien, pero entonces me hablaste, preguntándome por el aula de biología, tan normal… al principio me sorprendí, pero luego entendí que no te acordabas de mi…

_y decidiste reírte un poco más no?, desgraciado…

_no!, solo quería compensarte por el daño que te hice, yo no sabía que Vini estaba allí, me siguió, me entere después, pero ya fue tarde, el mal estaba hecho y tú me mirabas con cara de odio hasta que simplemente me ignoraste, fui un imbécil, me asuste, todo aquello me pareció tan irreal que solo pude pensar que había hecho algo para que te dieras cuenta y ahora venias a burlarte de mí porque me gustaban los hombres

_no quiero escuchar una mierda más, si después de tanto años esperas que te crea lo llevas claro, es muy fácil echarle la culpa a los demás… le dije ya rendido, mi corazón no soportaba más, mis ojos no podrían llorar todo lo que una vez llore y mi corazón no abriría otra puerta para alguien más, me sentía terriblemente traicionado, tanto que hubiera sido capaz de golpearlo cuando vio que me daba la vuelta para irme, para alejarme y no volver la vista atrás como hizo el en aquel entonces, y me envolvió entre sus brazos pegando su boca a mi oído para entrecortado por las lágrimas me suplicarme

_por favor, no te vallas, solo una oportunidad más, yo tampoco soy ya un niño, si me dejas te daré felicidad, siento si esto te hace daño, lamento si sientes que has perdido a tu mejor amigo, pero tenía que decirte la verdad y que desde ese día sin ti no vivo

_no te vayas por favor jadeo una vez cerca de mi oreja podía sentir su aliento, su corazón acelerado en mi espalda y sus brazos temblorosos rodear mi cuerpo al mismo tiempo que mis piernas empezaban a flaquear y mi momentáneo duro corazón derretirse mientras mi cabeza se llenaba de dudas entre el calor de su cálido abrazo, lo amaba, maldita sea!, después de tantos años, aun lo amaba, lo descubrí en ese instante, todas esas sensaciones, de ilusiones y vacíos que he sentido durante toda mi vida solo él era capaz de provocarlas, solo mi amor de mis 15 primaveras.

En ese instante con mis lágrimas lo mismo que el me ahogaba, mi corazón me decía date la vuelta, perdónalo y fúndete con él, pero mi cabeza, dios!, mi maldita cabeza me gritaba márchate, pero como un idiota, el que siempre he sido desde que era niño deje que mi lucha interior la ganara el motor el mueve mi cuerpo, el corazón y con todo el me di la vuelta, cerré mis ojos teniendo fe ciega en sus palabras y roce con mis labios los suyos encontrando el cielo cuando él los entre abrió dejándome sentir por primera vez su calor húmedo, su sabor, dejándome experimentar lo que era por primera vez, no uno, sino cientos de besos de amor en un solo segundo, todos lo que deberíamos habernos dado por esos 8 años y no nos dimos por una mala jugada del destino…

_aun no te creo Santy…

_lo sé

_necesito tiempo

_tienes todo el del mundo me contesto despojándome de su fuerte agarre, camino tambaleándose hasta el armario del saco una bolsa de tamaño considerable, pensé que era mi regalo, pero eran varios paquetes, tomo el primero en sus manos

_este es tu regalo de los 15 años… no era nada espacial, en esa época éramos niños, así que era un llavero que decía te quiero y hacia juego con el suyo ya desgastado por el paso del tiempo. Tomo otro regalo de la bolsa

_tu regalo de los 16 años dijo y así sucesivamente hasta que saco el de este año, eran unas llaves

_para cuando el tiempo pase, para cuando tu corazón se abra nuevamente a mí, como muestra de que estaré junto a ti, aquí esperaré por ti, en esta casa…

_en nuestra casa, donde espero hacerte muy feliz y darte por triplicado todo el amor que te mereces y no te di

_dios mío como puedes hablarme así y no sentir vergüenza, yo no podría, pero si te diré que a partir de hoy, el día de mi cumpleaños va a ser el mejor día de año, que el día que cumplí 15 años ha pasado de pesadilla a sueño pues fue donde sin saberlo empezó este idilio de amor eterno…

_SANTIGAO: PERDONAME POR FAVOR AMOR, eso me decías con enigmas, nunca lo hubiera entendido idiota!, acostúmbrate a decirme las cosas a la cara, como yo… te perdono, aquí y ahora, creo en ti, así que te perdono

_Gracias mi amor, te amo, en verdad de amo respondió Santy regalándole un profundo beso al que a partir de esa noche paso a ser su mejor amigo, su compañero y su amante del ayer, del hoy, del mañana y por siempre.
FELIZ CUMPLEAÑOS



Tercer Lugar

Provocativo pasaje con un excelente uso de la descripción

Título: Loco Sueño de una Noche de Verano
Autor(a): Alexa
Genero: Yaoi - Romance
Personajes: Sam y David (originales)
Contacto: http://ale-xan.blogspot.com/ - m_s_b28@hotmail.com


 
Luego de volver del entrenamiento en la nueva escuela donde estaba trabajando, sofocado por el calor de aquellos 35 grados de temperatura, que teníamos a las 6 de la tarde, en pleno verano. Pensando que debería estar en la playa o cerca de un río descansando y no dando cursos de verano para perfeccionar a los nuevos tenistas. Me fui al baño a llenar la tina con agua tibia y poder relajarme y apaciguar un poco mi ardiente cuerpo. Estos días de calor, siempre me ponían así.

Me quite lentamente la ropa, para meterme en la tina que casi se rebalsa cuando entre por completo, reí absurdamente. Acomode mi cabeza en el borde cerrando los ojos y recordando que hace un par de veranos atrás pude haberlo pasado con la persona que en ese momento ocupaba mi corazón. Comencé a imaginar cómo habría sido, desde el momento que se lo dije aquella mañana en la cabaña y que su respuesta había sido un sí, no un no como el que respondió.
Me dormí y soñé...

Quería mostrarte esto – Agite los pasajes, sonriendo.

Sam sonrió alegremente - ¿Son los pasajes? – Corrió a mis brazos, besándome – Cuando nos vamos – Pregunto entusiasmado.

En una semana, tenemos que dejar todo arreglado. Estoy tan feliz de que vengas conmigo, será un magnifico verano – Respondí feliz…

A la semana después, ya estábamos instalados en el hotel frente a La Bahía de Hanauma, que vista más maravillosa de la playa.

Que hermoso se ve el mar desde aquí – Dijo Sam, mirando por el ventanal.

Más hermoso te ves tú, sonriendo de esa manera – Me acerque a él tomándolo de la mano – Te amo.

David – Respondió Sam, sonrojándose y mirando el piso.

Nos besamos, nos abrazamos.

Lo cargue en brazos hasta la cama, lentamente comencé a desvestirlo, Sam estaba más guapo que nunca, feliz, dejándome hacer.

Por qué no tomamos un baño, hace mucho calor y el viaje ha sido largo – Dijo Sam deteniendo mi avance.

Suspire – Si, será mejor tomar un baño.

Sam, se levantó de la cama y camino, así, desnudo, hasta el cuarto de baño.

Me quede sentado en la cama algo frustrado.

¿No vas a venir? – Dijo Sam con picardía, mirándome de reojo.

No faltaba que lo dijera, de un salto, comencé a desvestirme y a avanzar dejando a mi paso la ropa desparramada.

Sam dio el agua de la ducha y entro en ella, estirando su mano para tomar la mía. El agua golpeo mi espalda, estaba tibia, agradable para quitar el calor. Pase mis manos por el pecho de Sam, comencé acariciarlo, llevando mis manos hasta su miembro. Sam tomo mis manos y se giró de espaldas a mí. Yo insistí en mis caricias, poniendo mis manos en sus nalgas, pasando mis dedos lentamente por la separación de sus glúteos. Sam sonrió acercándose a mí, hasta que mi pene que ya estaba erecto toco la parte baja de su espalda. Lo acorrale contra la pared de la ducha, el agua caía sobre su rostro, haciendo que su pelo cubriera sus ojos, mis manos se dirigieron a su miembro, comencé a masturbarlo.

Aah! – Gimió Sam, separando sus piernas.

Con una mano masajeaba su miembro y con la otra buscaba su entrada, que era difícil de encontrar.

Los gemidos de Sam, llenaban el cuarto de baño y me volvían cada vez más loco, ya quería hacerlo mío. Tome mi pene con una de mis manos, acercándolo a la entrada de Sam, cuando sentí que el agua dejaba de salir. Sam se movió extrañado, soltándose de mis manos.

Que fue lo que pasó con el agua – Dijo Sam, girándose para mirarme de frente y pasando sus manos para echarse el pelo hacia atrás.

No importa – Respondí jadeante, acercándome nuevamente.

Sam, salió de la ducha sin tomarme atención – Hay que llamar a recepción para ver qué pasa.

Sammy, ven acá, que importa el agua – Camine hasta la cama, me recosté. Suspire – Dormiré un rato, ya me cansé y tu pareces más preocupado por el agua que por mí.

Sam, se envolvió con una toalla y se sentó junto a mí – Si, será mejor dormir un rato – Se acomodó junto a mí, durmiéndose.

Lo mire dormir hasta que el sueño me venció. Sonreí, me gustaba su inocente sensualidad.

Cerca de las 10 de la noche…

David, tengo hambre, despierta – sentía como Sam me sacudía, fingí seguir dormido – David, vamos levántate. ¿David? – Sam, se acerco a mi, sentí su respiración cerca de mi nariz, momento que aproveche para tomarlo y besarlo. Sus suaves labios se abrieron para que mi lengua pasara y se enroscara a la suya. Sam tuvo que apoyar sus brazos en la cama. Yo solo pensaba en devorarlo.
Sentí un pequeño dolorcito, Sam había mordido mi lengua, lo solté.

El sonreía divertido – No se que tramas, pero parecía que querías comerme.

Me senté la cama – Si, es lo que quiero, devorarte por completo. Pero me mordiste, eres una presa bastante difícil – reí, mirándolo – ¿Que haces vestido, vas algún lado?

Pues claro – se puso de pie – Vamos a ir a comer, no lo hacemos desde que nos bajamos del avión y el aire marino me ha abierto el apetito.

Lo mire – ¿Tu con hambre? – me levante de la cama de un brinco – Eso es novedoso, casi nunca te veo comer.

Sip, pero ahora lo hare. Vamos, apúrate.

Me vestí a toda prisa, otra oportunidad de hacerlo perdida, suspire.

¿Estas bien? – pregunto.

Si, por que lo preguntas – le respondí, terminando de abrochar mis zapatos.

Por que te he sentido suspirar varias veces hoy – me miro preocupado.

Reí – No, no es nada.

Bajamos al restaurante del hotel, un maravilloso espacio ubicado frente a la playa, la arena estaba a un paso de nosotros.
Mientras comíamos, unos deliciosos mariscos, que según nos dijeron eran muy afrodisíacos, disfrutamos del show tradicional de la isla, danza y música.
Pero nada me asombraba más que el bello rostro de Sam iluminado por la luz que desprendían las antorchas que rodeaban el lugar y su sonrisa de niño sorprendido que me regalaba cada vez que algo llamaba su atención en el show.

Luego de cenar y disfrutar del espectáculo, decidimos ir a pasear a la playa.
Caminamos, yo seguía a Sam con la vista, caminaba por la arena mojada, llevaba sus zapatos en una mano y con la otra cada ciertos pasos la utilizaba para recoger conchitas y piedritas que llamaban su atención.
Yo caminaba un poco mas arriba, igual descalzo, disfrutando de la frescura de la brisa nocturna y la tibieza que aun conservaba la arena seca.
No se cuanto tiempo caminamos, ni cuanto nos alejamos del hotel, ni de la gente, de pronto nos encontramos con un hermoso paisaje tras unas tupidas palmeras, iluminados solo por la luz de luna.
Arenas blancas, algo de hierba y las suaves olas que llegaban a la orilla dejando un rastro de espuma.

Que lindo lugar – dijo Sam, mirando a su alrededor.

Es cierto – respondí, dándome cuenta que estábamos completamente solos, sonreí, sin pensarlo y llevado por el efecto de los mariscos afrodisíacos, tome a Sam de la mano arrastrándolo hasta un lugar que simulaba una especie de cueva, echa por la hierba crecida. Lo lance al suelo, recostándome sobre el, besándolo apasionadamente.

Sam intentaba zafarse de mis brazos – David detente, puede venir alguien – jadeo bajo mis insistentes caricias.

Pose mi manos sobre su miembro – Nadie vendrá, amor, Sam, te deseo tanto, no te preocupes de nada, solos estamos tu y yo – sentí su dureza y quise sentirla con mi boca. Me deshice de su pantalón y ropa interior de un tiron, mi boca succiono su miembro, chupando, saboreando, subiendo y bajando rápidamente, quería sentir su sabor, beber todo lo que me diera.
Los gemidos ahogados, los movimientos de su pelvis, me volvían loco, sus piernas se separaban, dejando a mi alcance su pequeña hendidura.
El sudor de su cuerpo hizo que mi dedo resbalara a su interior, Sam dejo  escapar un leve grito placentero, dos dedos dentro jugueteando en su caliente interior, tocaban, buscaban el punto de excitación.
Sentía como el pene de Sam, latía en mi boca, su respiración se aceleraba, anticipe su descarga, cerrando mis ojos, deteniéndome para poder tragar todo de una vez.
Me separe de el lamiendo hasta la ultima gota y relamiendo mis labios para no perder nada – Eres, eres delicioso – dije jadeante, deslizando mis pantalones hasta despojarme de ellos.

Sam, me miraba intentando recuperar el aire, el sudor mojaba su rostro sonrojado.

Lo gire, de espalda a mi, levantando sus caderas para besar su entrada, con mi lengua hacia círculos a su alrededor, pero ya no aguantaba, acerque mi miembro a su orificio penetrándolo lentamente. Su interior me absorbía, me engullía hambriento, sentí como mis testículos tocaron sus nalgas. Estaba completamente dentro de el.

Sam gemía y decía mi nombre – David, David, aahh!!

Una de mis manos se aferro a su pene que ya reaccionaba nuevamente, con la otra acaricie su mejilla, sosteniendo luego su rostro, intentando acercarme a el para besarlo, mi lengua jugaba en el interior de su oreja y mordía su lóbulo y la parte trasera de su cuello.
Me movía, sacando mi pene casi por completo para meterlo hasta el fondo después.
Su interior estaba tan caliente y estrecho como siempre, me aprisionaba con fuerza.

Sam, te amo – solo reaccione a decir mientras me desbordaba en su interior, sintiendo como su pene mojaba mis dedos.

Caímos sobre la hierba, aun unidos, protegía a Sam con mis manos para que no se lastimara, mientras intentaba no aplastarlo con mi peso, hasta que sentí que podía moverme.
Me recosté de espaldas, atrayendo a Sam para que se recostara en mi pecho.

También te amo, David – dijo Sam, mirándome dejando escapar un suspiro – Me contagiaste tus suspiros.

Reímos.

Es solo el efecto de estar con quien se ama – respondí.

Nos abrazamos.

Estaba tan calida la noche, iluminada por la hermosa luna y al fin sabia que seria un fabuloso verano…


David, David – me llamaban.

Escuche la tierna voz de quien me llamaba, acompañándose con golpecitos en mi hombro. Abrí los ojos de a poco y logre divisar el alegre rostro que me miraba – Hola – sonreí.

¿Qué haces? Te pondrás como una pasa si sigues en el agua – bromeo.

Si, me dormí, es que tenia mucha calor – me puse de pie recibiendo la toalla que me acercaba.

Traje la cena, no tardes – dijo besándome rápidamente en los labios y saliendo del cuarto de baño.

Me quede por unos instante observando a aquel muchacho.
Era mi compañero, mi pareja, mi nuevo amor, Erick.

Sam, ya no estaba, era tan solo un hermoso recuerdo, quien despertó el amor en mi, quien tan solo vivía en mis mas locos sueños, como el que acababa de tener.

Sabía que debía seguir adelante, pero, como Erick me decía cada vez que me veía melancólico, y yo intentaba esconderlo, necesitaba tiempo.

Erick, si no fuera por ti – sonreí – Habría acabado mi existencia, para ir tras Sam y no disfrutaría de tus locuras y tu paciente amor.

Termine de vestirme para ir a cenar junto a Erick, me acerque a el besándolo – Te amo, ¿Lo sabes?

Erick sonrió – Si lo se, yo también te amo.
¿Que calor hizo hoy cierto?

Si, estuvo horrible – respondí, pensando que podríamos escaparnos con Erick a alguna playa escondida…


FIN.
 



Categoría ~DIBUJANTES

Primer Lugar
Maravillosa técnica, estilo y uso del contraste.

Titulo: Whisper triangle
Autor: Andy Kamui
Tipo de imagen: dibujo a mano en tinta negra y marcadores
Personajes: de izquierda a derecha Haruno Taiyo(cantante j-rock),Faye Tsuki(estudiante ) ,Yata Kinney(asesino a sueldo)
Comentario: estos personajes pertenecen a un doujinshi d mi autoria llamado Whisper



Segundo Lugar

Hermoso diseño y detalle del escenario


Título: La más bella flor de la floristería.
Autor(a): Dangerousfangirl
Tipo de imagen: Dibujo a mano.
Personajes: Jambo y el señor Koiwai (mas conocido como "el papa de Yotsuba" XD), y tambien Yotsuba por ahi escondida XD...
Comentarios: Recordad, hermanas, que en el manga más inocente e infantil también se puede sonsacar el yaoi.





Tercer Lugar
Lindo coloreado y textura de la imagen
Título:  "Amor a Oscuras"
Autora: Leksi Willer
Tipo de imagen: Dibujo digital. - Lineas en SAI - Color y demás en Adobe Photoshop CS2
Personajes: Zelos Willder (Seme) y Lloyd Irving (Uke) del videojuego y anime Tales of Symphonia
Comentarios: Aqui esta mi entrada al concurso




Premios
Por motivos personales no he podido terminar los premios pero les recuerdo que los premios son:

Primer lugar
~ Un juego de avatar, banner, firma y medalla con tu nombre de reconocimiento al primer lugar en tu categoría
~ Cuatro calendarios wallpaper -Uno de lo que queda en este año 2011 (de agosto a diciembre) en versiones yaoi y hard yaoi y otro de todo el año 2012 en versiones yaoi y hard yaoi
~ Premio extra a elegir:
  1. Mega coleccion de imagenes yaoi y hard yaoi de un personaje o serie
  2. Manga o doujinshi yaoi de tu elección (con restricción - en caso de que estuviera en inglés, yo lo edito y lo traduzo al español, si no lo encuentro, podrán pedir otro manga u otro premio)
  3. Guia informativa y de descarga de los trabajos yaoi de algun mangaka.



Segundo lugar
~ Un juego de avatar, banner, firma y medalla con tu nombre de reconocimiento al segundo lugar en tu categoría
~ Dos calendarios wallpaper -Uno de lo que queda en este año 2011 (de agosto a diciembre) en versión yaoi y otro de todo el año 2012 en version yaoi
~ Premio extra a elegir:
  1. Coleccion mediana de imagenes yaoi y hard yaoi de un personaje o serie
  2. Guia informativa de los trabajos yaoi de algun mangaka.


Tercer lugar
~ Un juego de avatar, banner, firma y medalla con tu nombre de reconocimiento al tercer lugar en tu categoría
~ Un calendario wallpaper Dee lo que queda en este año 2011 (de agosto a diciembre) en versión yaoi
~ Premio extra sorpresa

Por lo que aquellos que ganaron primero y segundo lugar, les pido que me manden a mi correo (sssanikss@gmail.com) el premio extra que quieran recibir. Muchas gracias

4 comentarios:

  1. *Brincando* Yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo quede en Tercero QwQ soy tan feliz TTwTT pensé que no quedaría en ningún lugar, en serio muchas gracias por dejarme participar.

    Leksi Fuera

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  2. Wuuuuh, he quedado segunda *O*!! XDDDDDDDDDDDDD!!! omg, me encanta el dibu ganador, es precioso Q//O//Q!! ojala supiera hacer esas maravillas con marcadores X//DDDDDDDDDDD!! y el pelo, y las expresiones, y la ropa... mola muchisimo X//D!!

    Me ha molado participar en tu concurso Sanik, espero que hagas mas ò//3//ob!!

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  3. Ya ha pasado mucho tiempo, qué hay de los premios?

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  4. sii lo se... soy una desgracia, no tengo excusa ni la sigo teniendo para que no esté listo u_u ... aún así espero poder acabarlos algún dia..... alguno T_T

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Muchas gracias por tus comentarios ^^